Deseos al aire



Hace ya un buen rato que mis amigos me han dejado solo cansados de ayudarme, sin embargo, sé que en cualquier momento lo encontraré.

Todo empezó por la mañana, con la primera excursión de la primavera. A la hora del almuerzo paramos en un campo repleto de dientes de león y en lo que algunos descansaban, ella revoloteaba entre las hierbas y mi corazón tirando sus deseos al aire. Antes de irnos, se acercó a mi oído y bien bajito me dijo “seguro que te gusta lo que pedí.” Estaba claro que no podía dejar las cosas así, tenía que volver a por ese diente de león y conocer el misterio. 

Ahora, con la Luna pisando mi sombra y a punto de abandonar, veo a una de esas pelusas atrapada en la rama de un árbol. Trepo hasta alcanzarlo y lo huelo, sin duda es el suyo. Nervioso, soplo  con cuidado los pelillos para descubrir al fin el deseo… 2084 semillas tuve que coger para averiguarlo, ¡pero cómo ha valido la pena!

2 comentarios:

  1. Este micro es muy especial. Mi flor favorita(en realidad es el fruto de la planta) es el diente de león. Los deseos... ay los deseos aunque haya que pasar por 2084 semillas.
    Bellísimo.
    Saludos van

    ResponderEliminar
  2. Gracias, la mía también lo es, además me inspiran muchísimas historias, :) me alegro que te guste, un beso muy fuerte.

    ResponderEliminar