A ver si papá deja de hacer el indio y acepta de una vez que las cosas han cambiado. Desde que mamá se fue nada es igual, las comidas han ido disminuyendo, de cinco hemos pasado a dos y gracias a la vecina, que nos trae las sobras con todo su cariño, tenemos algo que echarnos a la boca. Nosotras no podemos hacer nada, tan solo esperar a que caiga y no papá precisamente. Hoy tendremos de menú, ratón a la plancha. Bien ya ha caído uno, ¡qué aproveche!
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