*Mi corazón se enamoró de quien no debía y por eso no dejo que se mueva de la silla de pensar.

2 comentarios:

  1. Claro, lo tienes castigado. A pensar!! bien hecho.

    Un abrazo
    Rosa

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    1. Exacto, eso le pasa por querer jugar demasiado pronto, besos Rosa.

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