De pequeña cuando me invadía la nostalgia, pintaba violeta. La mayoría de las veces eran flores, o rayones. Luego los cortaba en trozos y los tiraba por toda la casa. Mami mira, está lloviendo violeta. Y yo de verdad que me creía que el techo se abría para llenarme enterita de alegría y borrarme la tristeza. Primavera, aguas frescas, mar, en todo eso pensaba, y en seguida, ya se me quitaba la cara de pena. Siempre funcionaba, aunque después supiera que tenía que recoger todo el show.
Con el tiempo, abandoné la afición. Pero son muchas las
veces las que deseo repetirlo, sobre todo ahora, cuando los cuatro corazones se
me acurran sobre mí para dormir la siesta, y los oigo latir tan fuerte. Yo los
miro y los acarició, deseando que crezcan y se transformen en personas, y que
todos los puedan ver como yo los veo, sentir como los siento y querer como los
quiero. ¿Cómo se puede amar tanto a algo que nadie, excepto yo, ve?
Ay, otra vez la pena.
Voy a coger una hoja.
Que comience la lluvia.
#auroraysumundo
Ay, otra vez la pena.
Voy a coger una hoja.
Que comience la lluvia.
#auroraysumundo
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