RUIDOS DE NUBE BLANCA

 




Desde que ellos se han ido, la vida se me antoja lenta.
Me falta el ruido.
Por las mañanas.
En el pasillo.
Cuando duermo.
Y ahora ya es difícil creer en algo.
La gente dice que lo superaré rápido. Total, solo los veías tú. Verás cómo se te olvida. Ya tendrás otros. Mejor ahora que después que existieran.
La verdad es que no.

Mejor ahora.
Yo los quería. Pero ellos a mí no.
Y no sé por qué.
-Sí que te querían mi amor.
Adoraba su compañía. Mi momento favorito era por la noche, cuando trepaban por mi barriga, como buscando su lugar, como si supieran que ahí era donde tenían que estar, no paraban de darme tirones en la piel hasta que conseguían dormirse.
En los días despejados lo que más nos gustaba hacer, era buscar formas en las nubes.
—¡Mira un conejo!, ¡no!, ¡una mariposa!
Sigo intentado aceptar su silencio, sus revoloteos, sus risas.
Siempre ruidos.
Teníamos muchos planes preparados. Nadie podría resistirse.
—Y entonces, ¿por qué se han ido?, ¿y si la vida es una rueda, y va girando…¿y no?
Él tampoco sabe la respuesta, y no entendemos nada, pero hacemos como sí.
Hoy el día no podía tener más luz. Cuando salí a la calle la gente hacía mucho ruido. Miraban para el cielo como sorprendidos. A mí, poco me interesaba lo que pasaba. Solo me fijaba en si tenían mascarilla, en si fumaban, en si se me acercaban mucho.
—Mira mamá, un corazón volando en el cielo.
Eso sí hizo que me parara de golpe y mirara para arriba. Y allí estaba, una nube gigante en forma de corazón justo encima de mí.
No podía créelo.
¿Y si…sí?
Me siguió toda la mañana, incluso de vuelta a casa. Por la tarde me asomé a la ventana y ahí seguía, sin irse, sin esfumarse, como cuidándome, ¿habrán encontrado la manera de volver?
Yo por si acaso he dejado la ventana abierta, por si esta noche quiere entrar y hacer ruido, o acurrucarse en mi barriga para dormir como lo hacíamos antes.
#auroraysumundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario