La muerte parece olvidarse del día más feliz
del año. Y la gente muere, y el cielo protesta, y caen tormentas.
Por fuera de la iglesia unos chicos
disfrazados de hawaianos, ajenos de lo que pasa dentro, se saludan, y rezan por
que salga el sol a donde quiera que vayan.
Pienso en mi rueca, en el hilo, y en la aguja
de metal mágico que me ayuda a escribir siempre que quiero. Me gustaría tenerla
ahora. Coser.
¿Cuándo nos tocará el turno?
Si me llamas que esté preparado.
Perdonar. Pedir perdón.
Vivir bien.
Abrazar.
Otro rayo.
Nos vendría bien que la iglesia fuera una
Jaula de Faraday y anulara cualquier efecto magnético que el relámpago
ocasionase.
Si pudiera construiría una jaula propia. La
llamaría Jaula de Auroraday. La decoraría con dibujos de mi sobrino. Enmarcaría
sus miradas. La llenaría de libros. Tendría música. Y sería tan mágica como mi
rueca. Que viene un dolor. Que viene una lágrima. Y todo el efecto quedaría
anulado por mi metal mágico a todos los que estuviésemos dentro.
Ahora mismo mi tío tendría un hueco enorme en
ella, pero lo único que puedo hacer es seguir la palabra del cura y abrazarlo,
concentrarme mucho mientras lo hago, pensar que mis brazos son Faraday, y que
lo protegerán de su pena al menos por hoy. Al menos por este instante.
#Auroraysumundo
¿Qué mejor que nominar a un blog literario a un premio para blogs con preguntas sobre literatura? ;-) http://ohhmyribbon.blogspot.com.es/2015/10/liebster-award-libros.html
ResponderEliminarHola The! ya he vuelto, estoy actualizando y poniéndome las pilas, espero que estés bien! muchas gracias por seguirme! te mando un gran abrazo!
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