Luciérnagas de San Lorenzo

Con el tirachinas de su hermano, Lorenzo lanzaba luciérnagas al cielo. Sabía que en algún lugar estaría ella, a la caza de estrellas fugaces que pudieran concederle sus deseos. Quizás no cayera ninguna perseida pero esa noche todo brilló más que nunca.

4 comentarios:

  1. Precioso, Aurora. La esperanza no ae pierde nunca. Lancemos nuestras mejores luces hacia el Universo, con alguien conectarán.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ángel, y si no las encontramos sonreiremos, la sonrisa es la mejor luz que se puede encontrar.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. La trigonometría es capaz de unir puntos por muy alejados que estén
    Un beso
    Juan M

    ResponderEliminar